miércoles, junio 08, 2005

Sigue tensándose la situación en Bolivia

La situación sigue tensándose en Bolivia, ahora con la aparente determinación del Presidente del Senado, el señor Vaca Díez, de asumir el mando de la nación. De acuerdo a la constitución Boliviana, en caso de renuncia del Presidente, el cargo pasaría al Presidente del Senado. Si este no lo acepta, el siguiente en el mando es el Presidente del Congreso, cuya negativa llevaría automáticamente al Presidente del Poder Judicial.

En la situación de crisis actual, la totalidad de los movimientos sociales, y un buen número de diputados y senadores, están reclamando que la Presidencia pase directamente al presidente del poder judicial, de forma que éste convoque de inmediato elecciones para renovar todas las esferas de poder (ejecutivo, legislativo, y alcaldías).

Sin embargo, en una entrevista con la CNN, Vaca Díez dejó entrever su deseo de asumir la presidencia. Estas declaraciones han causado profundo malestar en casi todos los sectores sociales. Incluso el Presidente en funciones, Carlos Mesa, hizo unas declaraciones de urgencia para toda la nación exhortando a Vaca Díez a que muestre desprendimiento y anteponga los intereses de la patria a sus ambiciones de poder, renunciando a la Presidencia.

En un tono más radical, el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, señaló que Vaca Díez no duraría en el poder ni unas horas, tal vez días, pues no tiene ninguna legitimidad. Morales lo acusó de responder a los intereses de los Estados Unidos, y de haberse reunido recientemente con funcionarios del Departamento de Estado americano y funcionarios de la embajada americana en Bolivia.

En llamadas a las radios hasta altas horas de la madrugada, cientos de ciudadanos expresaron su malestar y desaprobación por la ambición de poder de Vaca Díez. Muchos dijeron que de asumir este la dirección del estado, la crisis va a agravarse, pues los movimientos sociales reclaman un proceso constituyente que establezca nuevas reglas en lo referente a la explotación de los recursos naturales del país, no más de los mismo. Además, ha transcendido que de asumir el poder, Vaca Díez impondría la situación de emergencia y reprimiría fuertemente las protestas callejeras, pudiendo producirse un derramamiento de sangre como el ocurrido en octubre de 2003.

El Congreso tiene previsto reunirse hoy en la ciudad de Sucre para determinar si acepta la renuncia del Presidente Carlos Mesa, cosa que se da ya por segura, y a continuación elegir al nuevo Presidente. Los movimientos sociales han anunciado que van a tomar la ciudad de Sucre, y advertido de que la maniobra de transferir la sede de la sesión parlamentaria desde La Paz hasta Sucre no va a significar una merma de las protestas callejeras. En declaraciones a la radio, un líder obrero de Sucre señalaba que “no son angelitos los que vamos a estar a la espera de los parlamentarios en Sucre”, y que esperan el mayor grado de patriotismo de los legisladores para darle una salida a la crisis.

Entretanto la situación humanitaria en La Paz está alcanzando tintes dramáticos. Varias zonas de la ciudad estás desabastecidas de agua potable, falta gas para cocinar y los alimentos básicos hace días que no llegan a los mercados. Dirigentes cívicos de La Paz están reuniéndose con sus pares de El Alto para instarlos a que se establezca una tregua de varios días para poder abastecer a la ciudad (cabe recordar que la ciudad de El Alto es el foco de los movimientos sociales paceños, y que ésta ciudad rodea a La Paz, con lo que los manifestantes de El Alto la tienen sitiada) . Con todo, la alcaldía de La Paz y los movimientos cívicos apoyan las protestas.

La situación de los manifestantes desplazados hasta La Paz desde diferentes puntos del país no es menos dramática. Están alojados en polideportivos y otros locales, cuando no en plena calle, y carecen de alimentos e higiene. Aún así, desde los movimientos sociales se insiste en que las protestas van a continuar el tiempo que sea necesario.

Aunque los llamados de solidaridad y por la búsqueda de soluciones pacíficas son numerosos en las radios, no falta quien eche más leña al fuego. Así, grupos marginales de jóvenes de Santa Cruz y otras regiones del oriente del país afirman que están formando autodefensas, y que esperan a los manifestantes con los palos en alto en caso de que estos decidan entrar en sus ciudades.

Llama la atención la combatividad de este pueblo, engañado una y otra vez por los dirigentes de turno, pero que esta vez parece decidido a decir “basta!”. Todo parece indicar que la sesión parlamentaria de hoy va a ser crucial, y que de las decisiones que se adopten pueden comenzar a encauzar la crisis hacia un horizonte de solución, o por el contrario pueden embarrar aún más la complicada situación política y social por la que atraviesa Bolivia.



8 de junio de 2005
Potosí, Bolivia
Mikel Insausti

No hay comentarios: