lunes, junio 06, 2005

Bolivia, de nuevo en el foco del huracán

Hola amigos/as,

Os escribo desde la convulsionada Bolivia, desde la ciudad de Potosí. Hay una crisis seria en el país, pero nada que temer desde el punto de vista de la seguridad personal. Los conflictos más graves se están dando en La Paz, donde ya hay un desabastecimiento de productos básicos, falta gasolina, y si la situación perdura puede haber un estallido social más grande que el actual.

Estoy intentando entender esta crisis, no es fácil. Como casi siempre hay causas más inmediatas, que son las que airean los medios de comunicación; y causas más profundas, que vienen de lejos. Entre las causas coyunturales está el desacuerdo que existe entre la oligarquía del Oriente del país, que quiere más autonomía; y la demanda de los movimientos sociales (campesinos, cocaleros, mineros, desempleado, maestros, etc.) para refundar el estado Boliviano con la convocatoria de una Asamblea Constituyente que escriba una nueva constitución, y la demanda para nacionalizar los hidrocarburos y otros recursos naturales (agua, bosques, etc.).

A todo esto hay que sumarle la negativa del gobierno a adelantar las elecciones (posible vía para descomprimir la tensión y dar un horizonte de salida a la crisis que atraviesa el país), y la falta de consenso en el parlamento para definir las fechas del referéndum autonomista y la elección de la Asamblea Constituyente. Ante la falta de definición del Congreso, el presidente Mesa se sacó de la manga la semana pasada un decretazo en el que establece las fechas de ambas consultas para el mismo día de octubre de este año. Con lo debilitado que está su gobierno, nadie confía en la voluntad presidencial, y por eso las protestas han seguido en todo el país.

Mañana el Congreso se vuelve a reunir para ver si esta vez llegan a un acuerdo. Y por solicitud del Presidente, la Iglesia Católica ha empezado a mediar en el conflicto, reuniéndose con las partes que están en conflicto. Ayer la Iglesia se reunió con los tres poderes del estado, y hoy tenían una ronda de reuniones con los movimientos sociales, incluidos los oligarcas de Santa Cruz que están tensando la cuerda autonomista. Hay que entender que esta vocación autonomista no tiene raíces históricas ni culturales: ocurre que en el oriente del país están los recursos naturales más ricos del país (gas, petróleo, tierras) y las élites sociales que las controlan.

Entre las raíces profundas de este conflicto está la gran desigualdad social que existe en Bolivia, desigualdad de oportunidades en todo: acceso a la educación, salud, comida, vivienda…. Y la pobreza estructural que persiste a pesar, o tal vez habría que decir por causa de, la gran riqueza en recursos naturales que tiene el país. Recursos naturales que desde la llegada de los españoles y hasta ahora han sido para el disfrute de otros. Según Eduardo Galeano, entre 1503 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla 16 millones de kilos de plata. La plata transportada a España en poco más de un siglo y medio, excedía tres veces el total de las reservas europeas. Y estas cifras, cortas, no incluyen el contrabando.

La mayor parte de la población Boliviana vive en la pobreza. Hoy por la mañana he podido sentir en mi propia piel las condiciones de trabajo de muchos mineros bolivianos. He recorrido las minas del Cerro Rico de Potosí, el mayor yacimiento de plata del Planeta, explotado por los españoles (y muchos vascos) desde 1545, año en que se descubre la plata en el cerro. Actualmente hay 8,000 mineros trabajando en el cerro sacando plata, estaño, cinc….

No os puedo describir con palabras las condiciones de trabajo que he visto, pero lo voy a intentar: Los túneles de acceso a las minas tienen varios cientos de años, están en unas condiciones pésimas, a menudo miraba para arriba en los túneles de menos de un metro de alto por 80 cm de ancho, y las maderas que soportan el peso están podridas. Muchos túneles están inundados, algunos solo unos centímetros, como los que recorrimos hoy; en otros, los mineros tienen que trabajar con botas como las que usan los pescadores, hasta la cintura, pues el agua llega a esta esa altura. Se sigue trabajando como hace cientos de años, con dinamita, cincel, palas…. En la mina la temperatura puede alcanzar los 50 grados de calor: cuanto más profundas las galerías, más calor.

En otra mina que visité el sábado pasado en Pulacayo, al Sur de Potosí, las temperaturas llegaban a los 70 grados. Ya está clausurada esta mina, pero cuando funcionaba, el minero que picaba la piedra sólo podía permanecer 15 minutos trabajando, con una manguera de aire en el estómago, mientras un compañero le echaba agua fría por la espalda.

Luego están los gases tóxicos, el polvo…. No es de sorprender que los mineros enfermen para los 50 y pocos años de silicosis, y mueran jóvenes. Sobre todo los que empiezan a trabajar con 11, 12 años de edad. Hoy en la mina conocí a varios mineros jóvenes, de escasos 20 años, que ya tenían 10 años de trabajar en la mina.

Con este panorama, no es de extrañar que los obreros protesten por mejores condiciones de vida y de trabajo.

Aquí os dejo el LINK de una artículo que Eduardo Galeano con motivo del último levantamiento indígena y campesino en Bolivia hace un par de años….como suele decirse la historia da vueltas, se repite: http://www.elinconformistadigital.com/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=622

También os dejo el número de mi teléfono móvil en Bolivia: 00 591 7241 5568

Un fuerte abrazo a todos/as, y mandarme noticias, prometo responder, aunque a veces tarde unas semanas.

Mikel

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