lunes, julio 18, 2005

La Amazonia Brasileña

Hola amig@s,

Os escribo desde Manãos, la capital del Estado de Amazonas em Brasil. Llegué aquí por barco hace algunos días, desde Porto Velho, más de mil kilometros al sur. Durante tres días y noches navegué el rio Madeira, uno de los principales afluentes del Rio Amazonas, el mayor del mundo. El viaje por el río no es lo que me esperaba, en vez de la tranquilidad que esperaba encontrar, la cubierta del barco retumbaba con la música que ponía el tendero del bar a todo volumen. El paisaje en cambio es precioso, y los atardeceres te dejan mudo, con el sol poniéndose entre nubes rojas.

Por suerte no había mosquitos, que te pueden hacer la vida imposible realmente. De hecho esta ruta por el rio Madeira la había elegido siguiendo las recomendaciones de un colega del WWF Brasil, que ya el año pasado me recomendó evitar el rio Purus, otro afluente del Amazonas con muchos mosquitos.

Porto Velho, el punto de partida de este viaje en barco, no es una ciudad muy bonita, quizás lo más interesante sea su historia, con la construcción del ferrocarril que une esta ciudad con Bolivia. Se consumieron miles de vidas construyendo el ferrocarril a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Su propósito fue darle una salida al mar a Bolivia, sobre todo después de que Brasil se hiciera con el estado de Acre, que perteneció a Bolivia hasta hace 100 años aproximadamente. Para cuando se acabó el trazado de la línea y llegó la primera locomotora, el ciclo del caucho, motor económico de la región, había entrado en crisis. Así que esta linea ferrea no ha tenido mucho uso a lo largo de su historia.

Manãos en cambio es una ciudad vibrante, el corazón de la Amazonia brasileña. Lo primero que quise conocer al llegar a la ciudad era su Teatro, el Teatro Amazonas. Aquí, en la época del boom del caucho, llegaban los mejores cantores de ópera del mundo. Había tanta riqueza en la ciudad (para algunos claro) que algunas familias enviaban sus ropas sucias a Paris para ser lavadas y perfumadas. Las mansiones que hay por toda la ciudad son testigos mudos de esta época dorada de Manãos.

Hay unapelícula que ví hace muchos años en Donosti que me despertó esta curiosidad por conocer Manãos: “Fitzcarraldo”, del director alemán Werner Herzog. En esta película se narra el loco sueño de un empresario por construir una Ópera en medio de la selva amazónica y llevar allí a Enrico Caruso. Para ver más detalles de la película ver:

http://www.imagesjournal.com/issue08/reviews/fitzcarraldo/ (en inglés)

http://movies2.nytimes.com/gst/movies/movie.html?v_id=17649 (una crítica del New York Times sobre la película)

Mañana me embarco para Santarem, otra ciudad Amazónica, esta vez en el Estado de Pará. Allí estaré algunos días para después seguir camino a Belem, la capital del Estado de Pará.

Un abrazo a todos,

Mikel

1 comentario:

Patricia dijo...

Fabulosas tus aventuras, te puedo crear un link en mi blog?